El estrés es un «síndrome de adaptación general en el que la persona está constantemente adaptándose al entorno, tanto a lo positivo como a lo negativo», dicen los especialista. Las personas con tendencia a hacer las cosas de manera perfecta y con el ánimo de complacer a todo el mundo son más propensas a sufrir de estrés, y las consecuencias en el organismo, tanto a nivel físico como psicológico se dejan sentir. Así, las defensas bajan, tendemos a enfermarnos o a sufrir ansiedad o depresión, entre otros síntomas. La sociedad nos condiciona a acelerarnos en estas fiestas de fin de año. Así queremos hacer muchas cosas: dar muchos regalos, atender a muchos compromisos, quedar bien con todo el mundo. ¡Cuidado! Recuerde que todos tenemos un limite y nuestro presupuesto también. Por eso es importante recordar nuestro compromiso con el auto cuidado y que la prioridad es nuestra persona. Propóngase pasar unas fiestas tranquilas, a pesar de las presiones externas, establezca prioridades, póngase límites, haga un presupuesto y límite su actividad a lo que es factible y sano para usted, aunque no complazca a todo el mundo.

Cada familia, cada persona tiene tradiciones que son aprendidas desde la niñez y quisiéramos mantenerlas inamovibles, sin embargo, a veces es necesario cambiar esas rutinas, es saludable, ir haciendo ajustes, según crece la familia, o se achiquita, o según el tiempo que corre; así que aún está a tiempo para adecuarse sin culpa y mucho menos frustración o tristeza

 

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